Preparación para el futuro
La experiencia presente de trabajo en red rural ha sido positiva. Ha ofrecido una fuente útil de información, ideas y contactos. Ha apoyado una gran cantidad de intercambios, cooperación y desarrollo de conocimientos tanto a nivel nacional como de la UE. Ha facilitado un nuevo diálogo para la mejor implementación de la política y ha animado a una gobernanza más participativa de la política. Y todo esto a un precio relativamente bajo.
Sin embargo, también se ha visto durante el periodo de programación 2007-2013 que crear vínculos duraderos entre las administraciones, las organizaciones y los participantes individuales requiere tiempo. Conseguir que los agentes participen en nuevas formas de diálogo requiere recursos humanos dedicados, herramientas de comunicación bien adaptadas y estructuras organizativas eficaces. Por lo tanto, el progreso que se hizo desde la creación de la Red europea de desarrollo rural (REDR), la Red de evaluación europea de desarrollo rural (REEDR) y las redes rurales nacionales (RRN) en 2008 debe ser constante y consolidado para aprovechar al máximo el trabajo en red como herramienta de desarrollo de política.
Además, la política de desarrollo rural está evolucionando hacia una política más orientada hacia los resultados, con más atención en los objetivos y fines compartidos de la UE. Los programas de desarrollo rural futuros tienen que rendir en dominios muy específicos, como la competitividad de toda clase de agricultura, viabilidad de la explotación agrícola, el fomento de la organización de cadenas de alimentos y la gestión de riesgos en agricultura, la restauración, conservación y mejora de los ecosistemas, el uso eficaz del agua y la energía, el cambio hacia una economía baja en carbón y resistente al clima, el fomento de la inclusión social, la reducción de la pobreza y el desarrollo económico de las áreas rurales. También deben fomentar la innovación y la transmisión de conocimientos en estos aspectos. Algunas de estas áreas serán completamente nuevas para la REDR y las RRN.
Estas ambiciosas expectativas requerirán, incluso más que antes, buena comunicación y coordinación entre los agentes de la política a todos los niveles además de la capacidad para demostrar los resultados obtenidos. El trabajo en red por lo tanto, continuará siendo una función muy importante con propuestas para ampliar y fortalecer su papel como herramienta de política de desarrollo rural.
